Nara es famosa no solo por sus templos históricos, sino también por los ciervos que deambulan libremente por sus calles y parques. Los ciervos de Nara, considerados mensajeros de los dioses según la mitología japonesa, son una de las principales atracciones turísticas del país.
La historia de los ciervos de Nara: mensajeros divinos en la tierra
La relación entre los ciervos y la ciudad japonesa de Nara es un vínculo profundo y milenario que se remonta a más de 1.300 años. Según la antigua leyenda, un dios del santuario Kasuga-taisha es famosa no solo por sus templos históricos, sino también por los ciervos que deambulan libremente por sus calles y parques. Los ciervos de Nara, considerados mensajeros de los dioses según la mitología japonesa, son una de las principales atracciones turísticas del país. llegó a Nara montado en un majestuoso ciervo blanco, estableciendo así un lazo sagrado entre estos animales y la ciudad. Desde aquel momento, los ciervos fueron considerados mensajeros divinos y protectores de la nueva capital.
Durante siglos, los ciervos de Nara gozaron de un estatus casi divino. Matar a uno de estos animales era considerado un sacrilegio y estaba penado con la muerte. Los habitantes de Nara los veneraban y respetaban profundamente, creyendo que eran la encarnación de los dioses en la tierra.
Hoy en día, aunque ya no se les adora como deidades, los ciervos de Nara siguen siendo profundamente respetados y protegidos como un Tesoro Nacional. Estos gráciles y curiosos animales deambulan libremente por los parques y templos de la ciudad, conviviendo en armonía con los humanos. Su presencia añade un toque mágico y ancestral a Nara, recordándonos la importancia de preservar la naturaleza y nuestras conexiones con el pasado.
Interacción segura con los ciervos
El Parque de Nara es el lugar ideal para encontrarse con estos ciervos. Aquí, los visitantes pueden interactuar con más de mil ciervos que vagan libremente. Los ciervos de Nara son famosos por su capacidad para hacer una reverencia, un gesto aprendido para pedir comida a los turistas. Los "shika senbei", unas galletas especiales para ciervos, se venden en el parque, y son el regalo preferido para alimentar a estos simpáticos animales.
Aunque los ciervos de Nara suelen ser amigables, es importante recordar que son animales salvajes. Algunos pueden volverse insistentes si detectan que tienes comida, por lo que se recomienda alimentarles con precaución. Es mejor ofrecerles las galletas de forma abierta y evitar correr, ya que esto podría provocar que los ciervos te persigan.
El impacto cultural y turístico
Los ciervos de Nara han dejado una marca significativa en la cultura japonesa y en el turismo local. Cada año, miles de turistas viajan a Nara para ver a los ciervos y experimentar la singularidad de esta tradición. Los ciervos aparecen en todo tipo de recuerdos, desde llaveros hasta camisetas, y han sido representados en numerosas obras de arte y poesía.
Visitar Nara y encontrarse con sus ciervos es una experiencia única que combina historia, cultura y naturaleza. Los ciervos de Nara, con su comportamiento amistoso y su conexión histórica, ofrecen una oportunidad especial para conocer una parte del Japón tradicional que sigue viva en el corazón de esta ciudad milenaria. Si estás planeando un viaje a Japón, Nara y sus ciervos debe estar en tu lista de lugares a visitar.
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