El santuario sintoísta Meiji Jingu es un verdadero oasis en medio del bullicio de Tokio. Ubicado en el distrito de Shibuya, este santuario es un lugar que todos los viajeros deberían visitar en su paso por la capital japonesa.

Desde el momento en que atraviesas el enorme tori de la entrada, que es el portal tradicional a los santuarios sintoístas, te adentras en un mundo de calma y serenidad. A pesar de estar en el corazón de la ciudad, nada te indica que te encuentras en Tokio. En lugar de edificios altos y bullicio, te encuentras con un amplio camino rodeado de imponentes árboles que te lleva hasta el templo.

El santuario Meiji Jingu está ubicado en un frondoso bosque, y es una combinación perfecta de arquitectura y naturaleza. Las edificaciones están dispersas por el bosque, y la zona central es donde se encuentra el templo principal. Además, hay varios jardines con estanques que se pueden recorrer para disfrutar de la belleza natural del lugar.

Otra curiosidad de este santuario son sus barriles de sake, ubicados a un lado del camino. Estos barriles de sake son ofrendas que las empresas hacen al santuario en agradecimiento por su éxito.

El santuario Meiji Jingu es un lugar para sumergirse en la cultura japonesa, y para disfrutar de la belleza natural que ofrece este país. Es un lugar que nos transporta a otra época y nos permite olvidarnos por un momento de la vida frenética de la ciudad.