La Torre de Tokio, conocida en japonés como Tokyo Tower, es una estructura de telecomunicaciones que se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas de la ciudad de Tokio. Aunque su altura de 332,6 metros la hace 8,6 metros más alta que la Torre Eiffel en París, Francia, la Torre de Tokio no es tan conocida ni espectacular como su homóloga francesa.

A pesar de ello, la torre ha estado abierta al público como atracción turística desde su construcción en 1958. Pintada en blanco y rojo de acuerdo a regulaciones de aviación, la Torre de Tokio pesa alrededor de 4.000 toneladas, lo que es mucho menos que las 10.000 toneladas de la Torre Eiffel. A simple vista, puede parecer más pequeña y no tan alta como es en realidad.

Aunque la altura de la Torre de Tokio no era suficiente para soportar completamente la emisión de la señal terrestre digital a toda la zona de Tokio, la construcción de otra torre llamada Skytree en 2012 permitió que se transmitiera la señal a toda la ciudad. A pesar de esto, la Torre de Tokio sigue siendo un lugar popular para disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad.

La mejor hora para subir a la torre es poco antes del atardecer, para poder disfrutar de la vista de Tokio tanto de día como de noche. La entrada a la torre tiene varios tipos de acceso dependiendo de la altura que se quiera alcanzar o los servicios adicionales que se deseen. Sin embargo, se debe tener en cuenta que normalmente hay colas y que las entradas para el piso superior tienen una hora determinada, por lo que puede ser una buena idea comprarlas con anticipación y dar un paseo por los alrededores mientras se espera para subir. El templo Zojo-ji está muy cerca y puede ser una buena opción para visitar durante la espera. Es importante tener en cuenta que, incluso para la entrada inferior, no se permitirá la entrada hasta la hora marcada en la entrada.